“Limosna para la vaca vieja que se le cae la pelleja” así es como la población escolar reclama su atención cada martes de carnaval, recorriendo de puerta en puerta las casas del vecindario, tradición esta que se ha mantenido desde los tiempos fundacionales de esta población pinariega. Consiste en que los escolares portando un artefacto en forma de animal bobino con cuernos postizos y cuerpo de tela negra de donde cuelga un cencerro y al que se refieren con mucho cariño cual personaje protagonista del día con el nombre de “La Vaca Vieja” van pidiendo ingredientes comestibles y dineros en metálico, para realizar una merienda que disfrutarán en la tarde de ese mismo día.
No es fácil establecer relación entre el Carnaval y las fiestas taurinas, pero por la cantidad de poblaciones donde son coincidentes estas costumbres lleva a pensar en rituales procedentes de tribus celtibéricas donde el toro es protagonista como nos dictan las iconografías y decoraciones de las cerámicas numantinas, y sigue siéndolo en las mayoritarias fiestas a lo largo del ciclo anual.